"Hay cosas de las que nunca me ha gustado hablar. Cuando entré en la cárcel comprendí al cabo de algunos días que no me gustaría hablar de esta parte de mi vida."
Albert Camus. El Extranjero
Sibel es una joven mujer de raíces Turcas que vive en Hamburgo, Alemania. El don de la honra, los valores de la familia tradicional musulmana-turca, su condición de mujer y de hija menor, le atan, le someten, le asfixian, le enfrentan a una vida dual de la que desea escapar en parte; y digo en parte porque llegado un momento en la historia, ella defiende esos valores tradicionales de su familia, pero, el caso de Sibel es peculiarde alguna manera, porque, ella no tiene que abandonar su país para ir a buscar la “libertad” en Occidente, lejos de todo; no. Ella ya esta lejos de la tierra de sus raices, no existe el viaje físico, solo el espiritual de traspasar las fuertes y altas fronteras que su familia, cultura y religión ha creado entorno a ella.
Cahit vive también en Hamburgo, su mujer murió, lleva una vida caótica, sumida en las drogas y el alcohol. CAhit accede casarse con Sibel, sin amarla. El psicólogo le dice a Cahit al inicio de la película una frase que tal vez marca a este personaje para llevar acabo este matrimonio sin amor:
“si no puedes cambiar el mundo, cambia tu mundo” Aunque la frase también seria aplicable al personaje de Sibel.
Así, de esta manera, todo cambia, y podemos ver el desarrollo de ambos personajes hasta un final algo más que real y triste:
La boda, el nacimiento del amor de Cahit hacia Sibel, la vuelta de Sibel hacia los valores turcos dentro de la libertad sexual que deseaba y que le complace, la necesidad de la familia de Sibel de borrar de su recuerdo a su hija por deshonra, Estambul y la falsa libertad, la salida de la cárcel, la tranquilidad de Sibel y el dolor de Cahit… el regreso de Cahit a Alemania.
Sibel es una mujer marcada por el dolor y la opresión de la libertad personal, ni su madre ni ella durante toda la película fuman delante de los hombres de la familia, no lleva el velo, pero su padre controla su vida hasta que otro hombre se haga cargo del control de la misma. ¿ Que otra salida tenia Sibel? ¿Cuál es ahora el futuro de Cahit? ¿no existen millones de Sibel y de Cahit en Europa conviviendo día a día con nosotros en nuestras ciudades?
Tener que casarte para poder vivir tu propia vida a nosotras, mujeres nacidas en los 80, en Europa, y dentro de un entorno común, nos resulta algo mas que lejano, estrambótico, antiguo, desfasado. Pero es una realidad que existe muy cerca de nosotros geográficamente pero muy lejos social y mentalmente.
Durante el seminario, al escuchar hablar a Daouya Chergui sobre su llegada a Sevilla, su experiencia en Europa, como la determinaba ella, pude ver el otro lado de esa inmigración muy de cerca, porque mi madre también fue una inmigrante, pero en el sentido opuesto al de Daouya, en el año 56 mi madre emigra junto a mi abuela a Marruecos, a la ciudad de Tetuán, antiguo protectorado español, pero que ya en aquellos tiempos había vuelto al poder árabe. Pero, la experiencia de mi madre fue diferente a la de Daouya y a la de Sibel, allí podía tener mas acceso a la cultura que en España, porque en nuestro país tenía el poder Franco. Allí pudo convivir con árabes, franceses, indios, hebreos y españoles.
Y ni una sola vez la escuche hablar de marginación o difícil adaptación, aunque uno de los problemas fundamentales de un inmigrante que es el idioma; mi madre, no lo sufrió, ya que en Tetuán todo el mundo hablaba español, por lo tanto, ella no sufrió esos grandes problemas que surgen a partir del desconocimiento de la lengua en un país extranjero.
Vivió allí durante 12 años, y para ella es la ciudad más bella del mundo y la época más bonita de su juventud; ¿podrá tal vez Daouya recordar Sevilla de esa manera si algún día regresa a Marruecos? Pero Daouya no regresará, y mi madre tampoco.
El caso de Sibel de Daouya y de mi madre son tres casos de inmigración de mujeres y en cada caso muy lejano al otro, los motivos que las movieron son diferentes, sus culturas también lo son, los países a los que inmigraron también, ¿que hay en común entre estas tres mujeres?¿ que hay en común entre todas las mujeres inmigrantes?
Pues como diría Virginia Wolf:
“Como mujer no tengo patria,
Como mujer mi patria es el mundo.”
Pero si creo que haya una luz de esperanza al final de este camino difícil para todos, al menos un consenso entre esas diferencias e igualdades que tenemos entre los otros y nosotros, nosotros y ellos:
Shirin Neshat,
Ise Lasker-schuler,
Malika Mokedden,
Assia Djebar,
Gloria Anzalzúa…
Son algunas de esas mujeres de las que en este seminario hemos oído hablar, y tantas y tantas otras mujeres que con su arte han y siguen luchando por liberar a la mujer de sus ataduras por genero, religión y cultura. Mujeres que han aprovechado en pro al arte sus vidas como inmigrantes, su dolor a veces y su salvación otras tantas, mujeres que luchan por una verdadera igualdad entre géneros y entre culturas, mujeres que luchan por ser mujeres y ser consideradas como mujeres ante el mundo y ante ellas mismas.
Mujeres que con su arte se liberan y nos hacen entender que ser mujer y inmigrante no es fácil, pero porque el mundo no lo es, y mujeres que con su forma de luchar contra esas fronteras de las que hablaba con Sibel, que son mas grandes y mas altas que las reales, nuestras propias fronteras, nos hacen estar orgullosas, al menos cuando escuchamos hablar de ellas o a ellas mismas, de ser mujeres y ante todo de ser personas que luchamos por un mundo mejor y por qué no decirlo, por una vida mejor para nosotras.
SEMINARIO: ¿MI PATRIA SOY YO?
GÉNERO E INTERCULTURALIDAD.
Universidad de Sevilla
5-12 MAYO 2006.
Mª Isabel Rollán Pérez.
5-12 MAYO 2006.
Mª Isabel Rollán Pérez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario